domingo, 1 de mayo de 2016

gatita

Maldigo los gatos, ellos viven en la suya, nunca se comprometen. A veces creo que yo soy un gato, o que ya lo fui en un tiempo inmemorial, o que algo de gatos tenemos todos. Pero ese gato… es gato juega gato caro, gato que sabe lo que quiere, es muy costosa, ella cree que … es la diosa más importante de este teatro. Pero ella no lo sabe, y su cuerpo se enmudece en tanta flaqueza, es linda y anormal. Porque no abundan sus figuras en la calle, ni en ningún lugar. Muñeca de colección, cara, muy cara. Como toda felina seduce con su caminar nomás. Hace gestos raros, extravagantes y muy sugerentes con movimientos muy muy devanadeamente lentos. Muy lento es su actuar, porque ella goza con todo lo que la haga gozar y su imaginación es abundante. Sobra en imaginar, sabe hacer con su cuerpo que sufre de anorexia un monumento a la seducción. Ella juega todo el tiempo. Pero tiene claro lo que quiere. Quiere buen sexo y mucho dinero. Ser gata fina, y no un yiro barato. Siempre luce perfecta, hace de su cuerpo un culto satánico. Con la crus invertida. Es luminosa y oscura. Tan ángel del demonio. Sabe sugerir, y decir una cosa cuando en realidad siente otra. Y mas de las veces, siempre está incómda, porque a ella hay que satisfacerla siempre, y siempre hay que enamorarla, comprarle flores y perfumes, llevarla en auto a un buen hotel que te sale un huevo de la cara. Y a su ves es tonta, muy tonta. Es rubia. Teñida. Qué va a ser. Pero es un gato que nunca va a dejar de ser gato. A ella no le gustan otros calificativos que anden diciendo por allí la gente.
Y la verdad sé que yo no la voy a seducir. Pero me busca. Sobre todo cuando está aburrida. Con otro se va a la cama y no lo duda, pero ese, afortunado, en el mejor de los sentidos, muy a fortunado debe contribuir en algo, debe hacerle lo mejor a la reina de la noche, debe contribuir a sus cuentas, a sus deseos materiales, quiere el lugar más caro, y que te acuerdes de mí porque todo lo que te hice gastar te va a ser recordar lo puta y cara que fui, que mejor te hubieses hecha una paja, porque el sucio del colectivero coge mejor que vos.
Pero ella llega como reina a todos lados, a veces sabe que incomoda a las putrefactas envidiosas de su trabajo. La ven llegar y se arma un remolino de chusmeríos, ahí viene la gata, mirá cómo se vino.
Le gusta molestar, es caprichosa muy caprichosa. En el fondo esa sed de que todo el tiempo le den lo que ella quiere la insatisfice aún más… ero como sabe que con su cuerpo olímpico siempre tiene las de ganar.
Ganar tormentas que lleva en la cartera. Una brillante, como el oro.
Ella atiende a su cuerpo que siempre, y más con el pasar del tiempo, le pide más y más. Le pide desde lo más absurdo producto de belleza instantánea y duradera.
En el fondo quiere un novio rico. Un novio que la haga superar su estatus. Se cansó de trabajar, o quiere su trabajo como pantalla o como otro capricho, o por tener más de un estatus.
Que paguen ella, como pagaron por ella sus padres, que pagaron hasta lo último abasteciendo a esta señora gata. Haciéndola más infeliz que infeliz, pero ese es otro tema.
En seguida te manda a cagar, porque ella es insegura en el fondo. Es lo que ella quiere y punto, en el momento instantáneo. Pero es muy astuta, territorial, y ácida.
Nunca pierde el tiempo en dar explicaciones. Ella hace lo quequiere porque se le da la gana. Le gusta fanfarronear sutilmente en frente de otra. Le gusta a veces ser muy yegua en lo que va a contar para que se les remuerdan los intestinos a sus “amigas”. º

napoleón

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