domingo, 31 de julio de 2016

ARTICULOS PERIODISTICOS SOBRE LA LENGUA


Revista Ñ.    Sábado 21 Mar

¡No entiendo lo que me dice!


Por: Juan Bedoián, editor general de la Revista Ñ.

¿Qué opinan si escribo –es una suposición– que esta columna es una discursivización de ciertas esterotipias verbalizantes, trata de la variabilización de la prototipicidad academizante y despliega argumentatividades sobre ciertos hipodigmos lexicales del aparataje modélico de la lengua?

Mejor, no me lo digan. Demasiados reproches –muchos justificados– recibimos ya los periodistas por el uso que perpetramos a diario con nuestro zarandeado español, víctima de desmanes como los que acabo de citar y de otros malos usos lingüísticos como las reiteraciones de términos, incomprensión de determinadas acepciones, uso de extranjerismos innecesarios, cambios de género y empobrecimiento léxico.

Créase o no, las adiposidades verbales mencionadas al principio fueron seleccionadas entre artículos publicados en medios culturales. Porque allí es donde existen más posibilidades de toparse con estos engendros que ya uno no sabe cómo clasificar: ¿neologismos, barbarismos, jergas o simplemente juergas? Leo diariamente textos sobre temas culturales y de vez en cuando me topo con alguna palabra que participa de ese lenguaje críptico lleno de ¿neologismos? que sólo entienden unos pocos.

Y me pregunto: ¿debo yo someter al lector a padecer la lectura del fragmento de una crítica literaria que seleccioné de un diario de España? El tipo escribió: "Es como si la reconstructivización estuviese condenada a ser una textualidad autofágica que remite a su propia signicidad".

Estoy en contra de los purismos o dictaduras académicas y estoy a favor de la vitalidad deseable y necesaria que debe tener toda lengua. Los neologismos y regionalismos aportan a la riqueza lingüística porque expresan un concepto nuevo, propio de la palabra, una forma de ser y pensar. Pero están los necesarios y los innecesarios. Yo tengo un problema personal con los segundos.
Cualquier lector que lee –todos son ejemplos publicados en papel– que hay que "taxonomizar la proyectualidad", "contemporaneizar con la sujetualidad", "trasponder la subalternidad" se raja de la lectura. ¿Por qué usar "territorialidad" en vez del más simple y castizo "territorio", "continentados" en vez de "abarcados", "el artefacto escritural" en vez de "escritura", "calidad textural" en vez de "textura"? Y como periodista, ¿cuál es mi responsabilidad con los lectores si dejo pasar estas pompas?

Borges dijo con razón: "El tiempo me enseñó algunas astucias: preferir las palabras habituales a las palabras asombrosas". Deberían tener en cuenta ese consejo ciertos intelectuales con tendencia a complicar la realidad en sus textos cuando la cuestión es al revés, simplificar aquello que en la realidad aparece como complejo. Por una razón muy simple: en el periodismo, al menos, no se puede creer lo que no se entiende.

Comentarios (4)


18:48 24.MAR.09

Oído al pasar: "¿Usted es de las personas que usan palabras rebuscadas o complejas solo para lucir más interesantes?". La respuesta fue: "Está despedido"

Enviado por Enrique


03:49

24.MAR.09

Es muy buena la nota, creo que todos sabemos por qué se preferirían los términos menos comunes a los más cotidianos... lo que debemos tener en cuenta es que es el contexto lo que lo convierte en adecuado o no. (A propósito, ¿qué pasa con "mayoritariamente", la RAE no la conoce y en la facu me piden que la use en lugar de "mayormente" que graciosamente es la que reconoce la Academia...?) Saludos.

Enviado por Serch!


12:15

21.MAR.09

Juan sos de una adorabilidad inconmensurosa !. tenia una pensatividad de que yo era el unicistico que tenia envomitamientos cada vez que usando su lecturabilidad (muchisimisimas veces escritas por los periodistas de Clarin), se encontraba con engendritudes de una incomprensibilidad con una gran extremitud. TRADUCCION: Che juan, te felicito!. Pensé que yo era el único al que le daban ganas de vomitar cada vez que lee esos engendros completamente incomprensibles.

Enviado por Gustavo


00:50

21.MAR.09

Gracias. Estoy sumamente de acuerdo con la nota. Lastimosamente la RAE no esta contribuyendo con su "filosofia" al aceptar tantos vocablos nuevos solo por el hecho de que son mayotariamente usados...

Enviado por Carl



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¿Cómo definirías una palabra en video?


Wordia es una nueva enciclopedia que ofrece los resultados de un diccionario y las complementa con grabaciones enviadas por los usuarios de Internet


Domingo 21 de diciembre de 2008 | 05:05 (actualizado hace 107 días)



Wordia permite complementar las definiciones de un diccionario con un video Foto: Gentileza Wordia

La irrupción de Wikipedia generó cierto revuelo en el ámbito académico. Los usuarios de Internet vieron la posibilidad de contar con una herramienta colaborativa a la hora de generar definiciones, y la polémica no tardó en llegar.

Las comparaciones suelen ser odiosas, pero son inevitables. Hubo análisis sobre los contenidos de la Enciclopedia Británica y diversos medios se ocuparon sobre las virtudes y los defectos del proyecto fundado por Jimmy Wales . Incluso Google presentó su propia versión denominada Knol .

Cuando se creía que el debate únicamente estaba delimitado en éste ámbito, aparece un sitio que se define como un diccionario visual democrático. Wordia es un proyecto en donde cualquier persona puede definir, a través de un video, aquellas palabras que considera importantes para su vida.

Para detallar las definiciones, el sitio se basa en la edición electrónica del diccionario HarperCollins . Su funcionamiento no es diferente a otros sitios similares. Un campo de búsqueda limitado, sin opciones avanzadas, es el punto de partida a la hora de averiguar el significado de una palabra.

Los creadores del proyecto consideran que Wordia es mucho más que un diccionario donde los usuarios pueden chequear, a través de Internet, la ortografía, significado o etimología de una palabra. Si bien en esta etapa preliminar las búsquedas se encuentran limitadas al idioma inglés y los resultados con video suelen ser pobres, sobre determinadas definiciones Wordia resulta funcional.

¿Cuál es el significado de la palabra break dance en Wordia? Según HarperCollins, "es un estilo de danza acrobática originaria de la década de 1980". El video que acompaña el resultado de la búsqueda nos ayuda a tener una mayor aproximación al respecto.

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Sábado 21 Mar


¿"Contaminan" o enriquecen?


Por: Leonor Acuña, Secretaria Académica De La Facultad De Filosofía y Letras (UBA)


El hablante no sólo transmite la información contenida en las palabras que usa o en las oraciones que pronuncia sino también información sobre sí mismo: quién es, qué edad tiene, a qué sexo pertenece, dónde nació. Muchos de los términos son creados –por jóvenes, por tribus urbanas– con esa finalidad. Que los hablantes quieran dar información sobre el grupo al que pertenecen creando palabras nuevas es lo propio de la lengua. Si es o no válida la invención de estos neologismos dependerá del contexto de uso.¿"Contaminan" o enriquecen la lengua? Eso depende de la actitud que, frente a la lengua del hablante, tienen los demás, los que opinan si ciertas palabras nuevas tienen o no sentido porque ya existe otra palabra para decir lo mismo, etc. Allí se producen las tensiones entre los guardianes de la lengua –las Academias, los docentes, etc.— y los hablantes comunes y corrientes. En general, uno se opone a ciertos neologismos por una cuestión estética, porque "me suena mal". Alguien me preguntaba si existe la palabra "reiteratorio" (en lugar de "reiterativo"). No es imposible decirlo así (porque existe la raíz de la palabra y existen los sufijos), pero uno tiende a manejarse con un repertorio de palabras que figuran en un diccionario. Así, para mí, "agendar" es una palabra espantosa. La lengua tiende a enriquecerse con préstamos de otras lenguas, aunque estos flujos no son inocentes ni ideológicamente neutros. Desde una postura más nacionalista puede considerarse que las palabras que entran del inglés son innecesarias y muestran el esnobismo de los hablantes. Como oyente uno también evalúa la palabra del otro y va clasificando al hablante en distintas categorías, aunque a veces se producen equívocos a causa de los prejuicios. Desde la sociolingüística miramos la lengua desde una perspectiva dinámica, que es la de los hablantes, más que desde la perspectiva de la lengua ideal. El dinamismo de una lengua está dado por sus hablantes: escritores, líderes o ciertos individuos populares. Las metáforas de Maradona, por ejemplo, son extraordinarias: "me cortaron las piernas". A la hora de idear un sistema argentino de certificación del español como lengua extranjera, si bien ocurre que uno trata de enseñar una lengua lo menos "marcada" posible, los estudiantes extranjeros, aquí preguntan qué quiere decir "mina", "trucho" o "feca". Y eso forma parte de la riqueza del acercamiento a una lengua porque el contacto con el otro siempre instaura la reflexión sobre la diferencia. Los alumnos preguntan si le vamos a enseñar a hablar de "vos", y lo que vemos es que cuando esos estudiantes vuelven a sus países utilizan el "vos" para marcar el lugar en el que estudiaron. Incluso los primeros colonizadores utilizaban las palabras aprendidas aquí, porque era una forma de prestigiar la información. En 1493, Antonio de Nebrija registra la palabra "canoa" en el diccionario, un texto científico.

Opinión º


Martes 07.04.2009

¿Me escucha, doctor?


Por Mario Bunge Para La Nación


Lunes 10 de enero de 2000 | Publicado en edición impresa 

MONTREAL
UNA voz porteña me pregunta por teléfono a 10.000 kilómetros de distancia:

_¿Me escucha, doctor?
_Sí. No sólo lo escucho, sino que lo oigo.

Siento el desconcierto de mi interlocutor, transo y lo tranquilizo: _Sí, lo escucho.

Pero no me resigno a creer que los argentinos de hoy, aunque atentos escuchas, son sordos. En efecto, el verbo oír ha desaparecido del vocabulario argentino. Tal vez esto explique mucho de lo que ocurre en el país y, sobre todo, mucho de lo que no ocurre pese a que debería ocurrir.

La diferencia semántica entre los dos verbos es tan obvia como la diferencia entre los pares homólogos ver/mirar y oler / olfatear . Es la diferencia entre paciente y agente, entre no poner atención y ponerla, entre recibir información y buscarla.

Quien escucha se propone oír aunque no lo logre. Quien mira espera ver aunque no lo consiga. Quien olfatea desea oler aunque no lo alcance. Además, ocurre a veces que se oye sin haber escuchado, se ve sin haber mirado y se huele sin haber olfateado. Estas diferencias tienen raíces neurofisiológicas. En efecto, la percepción activa y la pasiva ocurren en lugares diferentes de la corteza cerebral.

Por ejemplo, el laboratorio del profesor John Gabrieli, de la Universidad de Stanford, ha localizado la pareja "oler-olfatear" mediante el método de visualización por resonancia magnética funcional ( fMRI imaging ). Resulta que se huele mediante una porción del lóbulo frontal, mientras que se olfatea mediante este mismo órgano en conjunción con una porción del lóbulo temporal.

La disociación anatómica entre las funciones pasiva y activa hace que una lesión cerebral pueda afectar una de ellas y no la otra. También puede ocurrir, paradójicamente, que quien no pueda lo más no pueda lo menos. Por ejemplo, el mencionado profesor Gabrieli y sus colaboradores sospechan que el déficit olfativo de los enfermos de Parkinson puede deberse a que son anatómicamente incapaces de olfatear. El motivo es que el acto de olfatear induce oscilaciones en el lóbulo olfatorio, las que predisponen a oler.

Este resultado demuestra una vez más la falsedad de la hipótesis tradicional de que la percepción es pasiva. Digo que una vez más porque ya se sabía que el ojo inmóvil apenas ve, como se comprueba inmovilizándolo experimentalmente.

Pero volvamos a la lengua (o idioma, como solemos decir quienes no somos lingŸistas). ¿Qué sucede con el habla de los porteños? Nada que no supiéramos antes. La lengua argentina sigue evolucionando, al igual que las demás lenguas. Descarta anacronismos e incorpora neologismos. Esto está muy bien.

Lo que no está bien es utilizar impropiamente las palabras, es decir, forzarlas a denotar ideas o cosas diferentes de las convencionales. No es que los significados de las palabras sean naturales y que, por consiguiente, su uso impropio sea un acto contra natura. La asociación palabra-denotado es convencional y, precisamente por serlo, no tenemos derecho de romper arbitrariamente tal contrato implícito. (Dicho sea de paso, el conjunto de las convenciones lingüísticas es el único contrato social auténtico que conozco, aunque no lo hayamos firmado en una línea punteada.)

Como se cuida un jardín

Así como hay guardabosques, guardaespaldas y guardasellos, también hay guardalenguas. Estos últimos son todos los obreros de la palabra: los maestros, escritores, periodistas, correctores de pruebas y lexicógrafos. Estos son los que tienen la responsabilidad de cuidar la lengua: de corregir errores del habla y estimular su enriquecimiento, de denunciar los barbarismos y examinar las credenciales de los neologismos.

Todas las lenguas evolucionan junto con las culturas de las que forman parte, ya que el lenguaje es primordialmente un vínculo social y, en particular, un vehículo de ideas. Por lo tanto, es tan difícil impedir los cambios lingüísticos como los sociales. Incluso la Real Academia Española, antes tan conservadora, debió reconocerlo y abandonó su función de carcelera de la lengua para convertirse en su registro pasivo, lo que es necesario pero insuficiente.

La lengua no se puede legislar pero se debe cuidar como se cuida un jardín. En particular, hay que proteger las lenguas de la maleza, y muy especialmente de los neologismos innecesarios, feos o groseros. Ejemplos de anglicismos innecesarios y feos leídos recientemente en la mejor prensa escrita en español: nominado (por propuesto ), esnifado (por aspirado u olfateado ), editor (por director de diario) y esponsoreado (por auspiciado o patrocinado ). En cambio, algunos neologismos recientes son indispensables. Ejemplos: software y on line .

Por si sirve de consuelo, recordemos que incluso la lengua francesa ha sido invadida por anglicismos innecesarios. Ya el general De Gaulle tuvo que protestar por el uso de frases tales como building de grand standing (cuando lo que correspondía era b‰timent de grande catégorie ).

El correcto vivir

¿Y qué decir del "ameringlés", que ha reemplazado el subjuntivo por el pasado? En efecto, ya no suele decirse: If I were the President, I would do that " ("si yo fuera el presidente, haría eso"), sino If I was the President, I would do that , o sea, "si yo fui el presidente, haría eso", lo que no tiene sentido. La "mcdonaldización" (también llamada globalización) ha llegado al punto de que incluso prestigiosos escritores ingleses de Inglaterra asesinan el subjuntivo. Así se les escapa nada menos que la diferencia entre actualidad y posibilidad, entre el enunciado factual y el contrafactual.

En los aviones de pasajeros que se dirigen a los países latinoamericanos no se ofrecen cenas sino servicios de cena. Los argentinos, que desde Sarmiento tanto se precian de haber superado la barbarie, llaman ahora bárbaro lo que es inteligente, hermoso, útil o barato: en suma, lo que en mis tiempos se llamaba fenómeno . ¡Qué barbaridad! Y el porteño medio ya no tiene problemas : sólo tiene temas . ¡Qué suertudo! ¿O será resultado de un afán de suavizar los rigores de la realidad?

Se dirá que las faltas que he mencionado son menudas, sobre todo comparadas con los monstruos inventados por la propaganda bélica, tales como daño colateral (por masacre de civiles ) e insurgencia (por contraataque al invasor extranjero ). Es verdad. Pero una montaña de pecados veniales puede equivaler a un pecado mortal o, mejor dicho, mortífero.

Una lengua es un tesoro común que hemos recibido en legado y no deberíamos derrochar. Además, el hablar y escribir lo mejor que se pueda es parte de la disciplina del correcto vivir. Lo mismo que mantenerse limpio, comer sin dar asco, hablar sin ensordecer ni acaparar, ceder el asiento a las mujeres (en mis tiempos) o conducir por el lado que manda la convención.

Respetar las convenciones lingüísticas es una señal de respeto al prójimo y a uno mismo. Es una manera tácita de decir que queremos que se nos escuche y, más aún, que se nos oiga.© La Nación

El autor es un físico y filósofo argentino radicado en Canadá. Su último libro es Las ciencias sociales en discusión (Ed. Sudamericana).


Jueves 02, Abril 2009


El Mundo

FINANZAS GLOBALES, HEGEMONIAS, INSTITUCIONES, ACRONIMOS Y OTRAS CUESTIONES


Breve glosario para seguir la crisis


La crisis global incorporó al lenguaje cotidiano diversos términos, que se suman a otros de instituciones, instrumentos financieros, acrónimos, variables económicos, etc. Aquí, un glosario sobre algunos de ellos.



Apalancamiento. Usar dinero prestado para financiar un negocio o inversión. Sube la tasa de retorno pero también el riesgo, pues si la inversión fracasa no se puede pagar la deuda. Muchas entidades financieras abusaron del método ("leverage", en inglés).

Arquitectura financiera. La forman el FMI, que sigue dando créditos pero ya no tiene un rol en el equilibrio monetario mundial; el Banco de Basilea (BIS), que fija normas voluntarias a bancos pero no a entidades como fondos especulativos, aseguradoras o calificadoras de riesgo; el FEF, que intercambia información entre gobiernos; y banca de desarrollo como Banco Mundial, bancos por área (Interamericano -BID-, Europeo, Africano, Asiático), etc.

Banco de inversión. Para grandes clientes o inversores institucionales a los que ofrecen portafolio de inversiones o les tramitan créditos. Llamados mayoristas o "de segundo piso", no son regulados como la banca tradicional. Por la crisis que ayudaron a generar, quebraron o se vendieron, tal los casos de Lehman Brothers, Bear Stearns o Merrill Lynch.

Banco Mundial. Da apoyo a países no desarrollados. Lo preside siempre un estadounidense. Con el FMI, fue clave en el Consenso de Washington, usina del credo neoliberal.

Bretton Woods. Acuerdo integral de relaciones comerciales y financieras que creó al FMI y al BM en 1944. Se adoptó en esa localidad de New Hampshire, EE.UU. Sus principales negociadores fueron el británico J. M. Keynes y el estadounidense H. D. White. En 1971, EE.UU. rompió el pacto y el sistema de paridades semifijas al declarar inconvertible al dólar e imponerlo como moneda mundial.

BRIC. Acrónimo de Brasil, Rusia, India y China, las grandes "economías emergentes". El término lo inventó, con exitoso marketing, el banco Goldman Sachs. No es un grupo formal pero coordina algunas acciones.

Calificadoras de riesgo. Virtual oligopolio (lo manejan Standard & Poor's, Moody's y Fitch) que "opina" con una nota sobre bonos públicos o corporativos. Les pagan sus clientes, lo que marca un conflicto de intereses y falta de transparencia. Se las criticó por poner mejor nota a Bostwana que a Japón o darle AAA (la mejor nota) a firmas en ruina, como Lehman o AIG.

Contracción del crédito. En inglés, "credit crunch". Los préstamos -claves para el capitalismo- se vuelven prohibitivos por su costo o desaparece su disponibilidad.

Crisis sistémica. Es una crisis como la actual, pues no es sólo financiera. Abarca toda una forma histórica social de acumulación, de allí esa definición, como también la de crisis "civilizatoria".

Derivados. Instrumento financiero cuyo valor "deriva" de un activo, como futuros sobre commodities, índices de bolsa, opciones sobre acciones, etc.

Desglobalización. Reflujo que podría producirse en la globalización mercantil, según opinan entre otros el filipino W.Bello y el mexicano A. Jalife.

Economías emergentes. Término acuñado en los '90 sobre "mercados" que entraban al "nuevo orden ". Antes se decía "países en vías de desarrollo".

FMI. El Fondo Monetario Internacional se maneja por cuota de cada país, de lo cual emana un poder no democrático. Su creó para dar créditos (cada vez más condicionados) a países con iliquidez. Y para regular un sistema de tipos de cambio semifijos. Este rol cayó en 1971 (Ver Bretton Woods). En 1967, el FMI creó los Derechos Especiales de Giro (DEG), moneda de cuenta y reserva global surgida de una canasta de divisas. Ahora proponen ampliarla China, Brasil o Rusia para que reemplace al dólar como divisa de reserva. EE.UU no acepta. Al FMI siempre lo dirige un europeo. Los países "emergentes" quieren pesar más en sus decisiones y que preste con menos condicionalidades.

Fondos de inversión. Opción ofrecida por entidades financieras que toman distintos activos (plazos fijos, acciones, etc.) y buscan un rinde superior en intereses. Los más especulativos son los de cobertura (" hedge funds"), con los que operan clientes muy sofisticados y de mucho dinero. Los managers que los administran emplean técnicas no ortodoxas, basadas en complejos modelos matemáticos.

Mercados futuros. Fijan un precio a término en petróleo, cereales, etc. Al principio garantizaron estabilidad y previsión. Pero al ingresar inversores ajenos al negocio en sí que apuestan a mayores ganancias, los alteraron y generaron una especulación enorme .

Grupo de los 20. Grupó de 19 países (más la Unión Europea) formado en 1999 entre países ricos y emergentes. Trabaja en 4 áreas: regulación de las finanzas globales, coordinación de las normas que se apliquen; reforma del FMI y del BM. El G-20 representa casi 90% del PBI (producción) mundial.

Neoliberalismo. Fase del capitalismo que nació con la liberación de tasas de interés y otras variables. Para el francés G. Dumenil, busca restablecer en el sector propietario una tasa de ganancia similar a la que tenía antes de los controles surgidas en los años '30.

Paraíso fiscal. Países (Suiza, Andorra, Caiman u otros de soberanía británica) o áreas (Delaware, EE.UU.) donde no hay, o hay muy laxa, tributación e identificación del dueño del dinero depositado. Hay 72 y mucha de la riqueza mundial se refugia allí, evadiendo al fisco u operando ilegalmente. La lista "oficial" no incluye a Uruguay.

PBI. El Producto Bruto Interno es la medición más amplia de una economía, lo que producen sus sectores industrial, rural y servicios en un período dado.

Recesión. Caída de la producción (el consenso es medir 2 trimestres seguidos, pero hay otras opiniones), el consumo y el empleo. Depresión es un grado más hondo en una crisis.

Riesgo país. Indice del banco JPMorgan-Chase. Su nombre real es EMBI (sigla en inglés para Indice de Bonos de Mercados Emergentes). Parte del supuesto de que el bono del Tesoro de EE.UU tiene 0 riesgo y desde ahí suma puntos en base a variables que analiza por país. Por ejemplo, un "riesgo" de 500 puntos supone 5% más de interés que paga el emisor de un bono.

Subprime y securitización. Hipotecas otorgadas a personas de bajos ingresos a quienes igual se les dio crédito para inflar el esquema especulativo, basado en convertir sus hipotecas en bonos comercializables en el mercado (securitización) que prometían rindes altos. La cadena se rompió cuando el boom inmobiliario demostró no tener base real y cuando dejaron de pagarse hipotecas, que primero eran a tasa fija pero luego variable, y en alza.



Clarín

Jueves 10 - Abril 2008

Consideran un fenómeno "irrefrenable" el lenguaje utilizado en SMS y Messenger


En un seminario sobre "El español de los jóvenes" realizado en España, expertos en lingüística coincidieron en que debe aceptarse como un nuevo "código de comunicación". "Se escribe como se habla y en ellos lo que importa es la función comunicativa", dijeron.



El lenguaje utilizado por los jóvenes, y no tan jóvenes, en los mensajitos de celulares (SMS) o por mensajería instantánea (Messenger) es un nuevo "código de comunicación". Así lo aseguran expertos en lingüística y convocan a no rechazarlo.

Reunidos en el seminario "El español de los jóvenes", que se realiza en la localidad española de San Millán de la Cogolla –organizado por la Fundéu BBVA-, los estudiosos del idioma coincidieron en que la utilización de este lenguaje, caracterizados por el uso de abreviaturas, es un fenómeno "irrefrenable" ante el que debe evitarse el miedo o el desprecio.


La "conversación virtual" es un "híbrido" entre lo oral y lo escrito, y los SMS "son textos escritos oralizados; se escribe como se habla y en ellos lo que importa es la función comunicativa", dijo el profesor Salvador López Quero, de la Universidad española de Córdoba.

El especialista sostuvo que este tipo de mensajes es "la mayor revolución del lenguaje que haya habido jamás" y "han demostrado que entre lo oral y lo escrito no hay una oposición frontal". Explicó que, para él, "son también un instrumento" en el que los jóvenes basan sus relaciones.

Carmen Galán, de la Universidad de Extremadura, subrayó que las "deficiencias educativas" han favorecido la "reaparición" de un "lenguaje fonético que ya usaban los fenicios". Y llamó la atención sobre el cambio "físico" que han supuesto los SMS: "Hasta ahora el pulgar era un dedo tonto, y para las nuevas generaciones es un dedo que habla".

Para Javier Morant, de la Universidad de Valencia, señaló que el nuevo lenguaje de los jóvenes "dice mucho del portador y de la sociedad en la que vivimos". "No está claro si el problema es de los jóvenes o nuestro", ya que "vivimos en una sociedad audiovisual".

Clarín  Martes 12 Agosto 2008

La diversidad lingüística como política cultural


El cuidado y promoción del idioma es actualmente objeto de las políticas públicas y requiere un tratamiento específico en nuestra legislación.



Muchas veces, cuando se habla en nuestro país de la identidad y la cultura colectivas, se suele partir del axioma de que existe una cultura argentina, inacabada y debilitada, o pujante y floreciente, pero siempre única (y de rasgos muy parecidos, cuando se los singulariza, a los que son característicos de la pampa húmeda). Del mismo modo, se da por sentado que esa cultura se expresa unánimemente en español (o castellano), idioma montaraz que crece torcido, por no ceñirse a las normas de la Real Academia Española.

Tan natural se supone el vínculo entre la nación y la lengua que pocas veces se ha creído necesario ratificarlo legalmente. Es cierto que, en la última década, se han producido notables avances en el reconocimiento de la diversidad lingüística y cultural del país. Pero mucho queda por hacer para trascender el estadio declaratorio y traducir ese reconocimiento en hechos concretos: en su estado actual, por ejemplo, el proyecto de ley de Radiodifusión no hace ninguna mención a la cuestión del idioma o mejor, los idiomas. La nueva Ley de Educación contiene medidas importantes, como la generalización a todo el país de la modalidad de Educación bilingüe intercultural, haciéndose eco de la lucha que han venido dando los organismos representativos de los pueblos indígenas, y seguramente genera el espacio para encarar un tema tan sensible como el de la enseñanza de lenguas extranjeras.

De igual modo el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ha puesto especial énfasis en el desarrollo local de tecnologías de la información y la comunicación, la construcción de la sociedad del conocimiento, la inclusión social y la reducción de la brecha digital, y ahí es necesario avanzar en una reflexión sobre la dimensión lingüística necesariamente implicada en estos objetivos: la brecha digital no sólo se reduce con una mayor oferta de conectividad y equipamiento tecnológico, sino también con un trabajo específico en el desarrollo de competencias lingüísticas y comunicativas entre los ciudadanos-usuarios.

Cualquier proyecto de -gobierno, por ejemplo, que sea realmente adecuado para nuestra sociedad, necesita una descripción cabal de la variedad argentina del español y una instrumentalización que la vuelva apta para su uso en la esfera digital. En la sociedad argentina, prolífica en producción cultural y preocupada para alcanzar buenos niveles educativos, las discusiones sobre el lenguaje y el papel que les cabe en su gestión tanto al poder público como a la sociedad civil, han quedando habitualmente postergadas: sólo en raras ocasiones, las cuestiones de lenguaje se han constituido en objeto de políticas públicas.

En un contexto de auge del turismo y de la demanda de enseñanza de lenguas en el mundo, nuestro país descubre el potencial que ofrece ese sector en tanto industria cultural.

Un crecimiento del público local en los cursos de español para extranjeros de casi 140% en los últimos cuatro años resulta en sí mismo una noticia. De la mano del Español Lengua Extranjera, y siguiendo el impulso pionero de movimientos sociales de defensa de los derechos de las minorías, tal vez llega el momento de trazar las líneas de una política lingüística argentina.

Cultura


Martes 07.04.2009

En el Día del Idioma

Los argentinos tendrán desde hoy su propio diccionario


La Academia de Letras presentará una compilación de 3500 vocablos autóctonos


·         Muchos de ellos ya figuran en el volumen de la Real Academia Española


·         Algunas voces surgieron del lunfardo


·         La obra incluye un total de 6200 acepciones


A partir de hoy nadie podrá alegar ignorancia si algún conocido, desde un "bondi" (autobús), le grita: "¡Coimero!" (persona que pide soborno) o lo increpa con un: "¡Qué hacés chitrulo!" (bobo). La mujer tendrá derecho a declararse ofendida si un irrespetuoso la llama "bagayo" (poco presentable). Y ningún "sobrador" (persona autosuficiente), por mucho que se "dé la biaba" (acicalarse), tendrá margen para "chapar" (ser sorprendido en situación comprometida) en casa ajena.

Será fácil saber qué significa "cajonear" un expediente o "palanquear" a algún "acomodado" sin condiciones. Estos argentinismos son parte de los 3500 artículos que componen el primer "Diccionario del habla de los argentinos", editado por Planeta, que se dará a conocer hoy, a las 18.30, en la Sala Alfonsina Storni de la Feria del Libro. En la fecha se conmemora, en España y nuestro país, el Día del Idioma.

El volumen, diseñado sobre el formato del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) -que ya lleva 22 ediciones-, será presentado por el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Barcia; los miembros de número Federico Peltzer y Antonio Requeni y el director del Departamento de Investigaciones Lingüísticas y Filológicas, Francisco Petrecca.

Lengua argentina

La novedosa obra se nutrió, aceleradamente, en los últimos dos años. Su desarrollo incluye 6200 acepciones. Las hay para todos los gustos y también en sus diferentes usos. Por ejemplo, algunas de las mencionadas son vulgarismos o parte del lenguaje coloquial que, por cierto, nadie espera escuchar en un discurso académico.

Un 30% de las palabras fue tomado de ejemplos periodísticos extraídos de LA NACION y otros diarios. Y si bien voces tristemente célebres como "olla popular" o "cacerolazo" están incorporadas -incluso en su acepción española como "cacerolada"-, no lo están otras que los argentinos jamás olvidarán como "corralito" y "corralón".

Tampoco lo están voces conocidos entre los adolescentes, abogados o socios, según su acepción, como "transa" o "transar", que tanto se aplica al arreglo de un diferendo como a la seducción de una dama o un caballero.

El diccionario incluye una parte del universo de los argentinismos que suman también voces provinciales, desconocidas para los porteños, explicó Petrecca, que rehusó brindar un porcentaje aproximado de los artículos incluidos en relación con los relevados en el habla local.

"Es muy complejo -señaló- porque el número de palabras es incesante. Además hay otras provinciales cuyo significado desconocemos." Citó, como ejemplo, la voz "pachiquil", que tanto se aplica "a la rosca que se pone en la cabeza para cargar un peso" como a "un enredo o una intriga" en beneficio propio.

Hay, en ese mundo lleno de matices, otras palabras como "minga", que tanto tiene una acepción de raíz italiana para referir a "nada", como otra quechua, al significar "trabajo corporativo".

"Lo importante es que el diccionario salga a la luz, pues se trata de un antiguo proyecto de la academia; además, lo valioso es el debate que ahora se abrirá", dijo Petrecca.

En diálogo con LA NACION, Barcia aclaró que la obra que hoy se da a conocer no es "un diccionario de argentinismos en el sentido de que incluye vocablos de uso privativo de nuestro país", sino que busca "registrar lo que el DRAE define como locución, giro o modo de hablar propio de los argentinos".

Susana Reinoso

La Feria abrirá el domingo


Por medio de una resolución, la Junta Electoral de Buenos Aires aprobó que la Feria del Libro abra sus puertas el próximo domingo, fecha en que se celebrarán los comicios presidenciales.

En su extenso pronunciamiento, el órgano precisó que en el predio de la Rural funcionarán 18 mesas de votación y que la Fundación El Libro, presidida por Carlos Pazos, que organiza la muestra, debe asegurar el funcionamiento normal del acto electoral, así como facilitar que los empleados que trabajan para la Feria -que abrirá sus puertas a las 14- puedan emitir su voto. Tampoco se podrá comercializar bebidas alcohólicas hasta tres horas después de concluidos los comicios (las 21).

En tanto, hoy, a las 17, en la Sala José Hernández, habrá una lectura continuada de textos de Julio Cortázar, a 40 años de la edición de "Rayuela". Participarán conocidos actores, libreros y periodistas.

Agenda de hoy


Mesas redondas

15.30: "El impacto de la tecnología digital", por Carlos Villalba. Sala Alfonsina Storni.

20.30: "La historia argentina en el debate mediático". Participan: Félix Luna, José García Hamilton, Mario O´Donnell, Silvia Miguens y Norberto Galasso. Sala Alfonsina Storni.

Lecturas

17: "Homenaje a 40 años de la publicación de "Rayuela"". Magdalena Ruiz Guiñazú, Carlos Ulanovsky, Nelson Castro, Enrique Pinti, Horacio Fontova, Héctor Yánover y otros leerán textos de Julio Cortázar. Sala José Hernández.

Presentación de libros

18.30: "Diccionario del habla de los argentinos". Hablarán Pedro Luis Barcia, Federico Peltzer, Francisco Petrecca y Antonio Requeni. Sala Alfonsina Storni.

Talleres

18.45: "El periodista deportivo vs. el hincha de profesión". Sala Un lugar para Jóvenes.

Domingo 15, Marzo 2009

PARA LOS LINGÜISTAS NO HAY EMPOBRECIMIENTO DEL IDIOMA


Lunfardo 2.0 Lumpen y tecno, así se transforma la lengua en Argentina


De dónde vienen y qué significan las nuevas palabras que ganan la calle hoy.



Los jóvenes usan mal el idioma y ese mal uso lo va deformando, llevándolo lentamente a la destrucción total", advierte el subsecretario del ministerio de Educación Juan Estrasloi, uno de los personajes de Diego Capusotto. El servidor público señala expresiones como "rescatate", "habilitá" o "altas llantas". Una puesta al día agregaría otras como "quedar manija", "effeame" o "estar re-jirafa" a este vigoroso lunfardo 2.0, el argot de la calle que ahora se nutre de otras fuentes: jerga tumbera, neologismos de los floggers, el rap suburbano y la influyente cumbia villera. Una vital manera de resolver la tensión entre lo lumpen y la sofisticación tecnológica. ¿De eso se trata el apocalipsis según Estrasloi?

"Eso es un error de concepción, porque sino habría que decir que el castellano y el italiano son empobrecimientos del latín -asegura el sociolingüista Alejandro Raiter. El empobrecimiento del idioma es otra cosa, tiene que ver con la muerte de lenguas, con los dialectos acorralados que pierden hablantes por las migraciones".

Modismos como el "yira, yira" fiajron en su tiempo el esplendor del lunfardo porteño. ¿Qué dejara esta nueva oleada? Marcelo Oliveri, miembro de la Academia Argentina de Lunfardo y autor de libros como "El lunfardo del tercer milenio" opina: "El pueblo agranda el idioma, ese es el eslógan de la Academia desde su fundación, en 1963, y creo que hoy en día se ajusta más que nunca. El tango popular fue fuerte cuando lo escribían jóvenes como Cadícamo, Manzi o Discépolo. Ellos hubieran sido hoy parte de una tribu urbana". Y este, claro, su lunfardo.

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Opinión


Martes 07.04.2009

Pensamientos incorrectos

Todo cambia... de nombre


Por Rolando Hanglin
Especial para lanacion.com


Al llegar a la playa, hemos tenido la osadía de llamar "bañero" al bañero. Es el mismo muchacho de siempre, con su su espléndida musculatura y su rostro joven y armonioso. Pero está molesto.

- Yo no soy bañero, señor. Soy guardavidas. El bañero es una persona que limpia los baños. Una señora que pasa el trapo. Yo me ocupo de cuidar la vida de los que se bañan en el mar. Además, tengo estudios de guardavidas. Hay una diferencia...

Uno acepta cabizbajo la explicación y pide disculpas, pero en realidad las cosas no son como las dice nuestro joven amigo. Las personas que limpian los baños no se llaman "bañeros", en ninguna parte del mundo. Más bien se las denomina personal de limpieza, o de maestranza o de servicio. ¡Sabe Dios! Pero no "bañeros". Estos últimos son, sin duda alguna, los inconfundibles héroes del salvataje, los que hacen sonar el silbato y corren acarreando el flotador de corcho ante la admiración de niñas y señoras. Los bañeros de siempre. ¿Para qué cambiarle el nombre a una actividad tan celebrada? ¿Qué vergüenza hay en el hecho auspicioso de ser bañero? Guardar vidas suena más a medico o enfermero...¿Verdad?

Al llegar al departamento que hemos alquilado por una fortuna sideral, que nos garantiza quince días de alojamiento, establecemos un diálogo con el portero. Pero el hombre, amoscado, también nos reprende:

- Yo no soy portero. Portero es uno que cuida la puerta. Yo soy el encargado del edificio. Encargado, no portero, hágame el favor. Así se llama el Sindicato nuestro de nosotros: sindicato de encargados.

Humillado, uno acepta la reprimenda. Pero tampoco es acertada, ya que "encargado" significa a cargo de algo, sea un submarino, una cocina a gas o un grupo de estudiantes primarios. No define la función. En cambio, "portero" es palabra exacta como pocas. El portero siempre está en la puerta, o responde a un timbre bajo el cual se lee la palabra "portero", su misión principal consiste en permanecer allí con su gallardo uniforme, custodiando (por mero acto de presencia, no imaginen otra cosa) la puerta de un edificio de departamentos, además de algunas tareas menores. El portero riega la vereda con generosa manguera, para horror de Greenpeace, espía a las vecinas de vida alegre, a los solterones y -en general- a todos. Pero su misión está clara: es un portero hecho y derecho, no un encargado.

Ni bien ocupamos el departamento de veraneo llamamos a una mucama por horas, para mantenerlo limpio y en orden. Hicimos algunas llamadas telefónicas y, al rato, apareció una muchacha en la puerta.

- ¿Usted es la mucama?

- No, yo no soy mucama. Yo soy empleada.

- ¿Empleada?

- Empleada doméstica si usted quiere, señor, pero mucama no.

Después de este difícil comienzo, la charla se encaminó y pronto llegamos a un acuerdo económico. Las tareas que esta mujer habría de cumplir se ajustaban a lo que tradicionalmente han hecho las mucamas. Pero esta última palabra, sabe Dios por qué, se ha convertido en algo insultante.

Está bien: diremos en adelante "la empleada". Pero esto conlleva un empobrecimiento sensible de la lengua, ya que empleados somos todos, desde el gerente general hasta el cadete, desde el abogado corporativo hasta el diseñador de indumentaria sport. Empleada no es una buena palabra, no dice lo que tiene que decir. El sustantivo correcto es mucama.

Pero en estos tiempos todos queremos ser algo que no somos y sentimos una curiosa vergüenza por nuestra verdadera condición, de manera que apelamos al cambio de nombres para proteger nuestro pudor. Nos aplicamos sustantivos más elevados, y sobre todo más ampulosos, para que nuestra verdad esté mejor defendida.

Ahora lo estrafalario es "bizarro" (en spanglish).

El erotismo es "seducción".

Lo elegante tiene "glamour".

Lo sexual es "hot".

Un hombre es un "masculino" (según la policía) y una mujer "un femenino"...¿O una femenina?

Obvio es decir que toda presidente es presidenta, por lo tanto la gerente es gerenta y el intendente del club será un intendento, ya que los sustantivos neutros han perdido su neutralidad.

Muchas otras palabras han salido a la palestra para representar realidades nuevas, o más bien nuevas formas de la nada: desde "terapeuta" hasta "sanador", desde la sutil "cata" de vinos hasta el misterioso "maridaje". Atención: aceptamos obedientemente estos y -de antemano- otros neologismos, porque todo cambia, sobre todo los nombres, mientras la realidad de las cosas sigue arrastrando sus chancletas y murmurando maldiciones en algún dialecto de los que hablaban los inmigrantes, aquellos que nos trajeron a este remoto país cuando las cosas se llamaban así nomás, como se han llamado siempre: el pan pan, y el vino vino. Se sospechaba, incluso, que todos esos cambios de nombre escondían en alguna parte un aumento de precio.

La realidad -no nos engañemos- es la de siempre: una vieja andrajosa que barre la vereda con su escoba medio descolada.





















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Lunes, 23 de Marzo de 2009

¡CHE BOLUDO! O LOS ARGENTINOS VISTOS POR UN YANQUI

Un libro que no es puro chamuyo


El carpintero James Bracken vino a la Argentina, se enamoró, se instaló en Bariloche y escribió una guía para que los extranjeros entiendan las claves de la cultura vernácula. Imperdible.

 Por Facundo García

Si de un momento a otro un argentino pretendiera esconderse, no le sería nada fácil. En caso de no llevar zapatillas rolingas, lo delataría su propensión a hablar en voz alta en cualquier lado o el cancherismo medio berreta con el que intentaría establecer contactos con el sexo opuesto. Aun si se cuidara de disimular esas pistas, habría un larguísimo catálogo de gestos y modismos que lo mandarían en cana. James Bracken se dedicó a compilar ese código semisecreto y así nació ¡Che Boludo! (Caleuche), una guía para que los gringos entiendan las claves de la cultura vernácula. Recorrer el libro da la certeza de que haber nacido al sur del sur es una circunstancia más rara –y divertida– de lo que comúnmente se cree. Y conversar con el autor revela que haberse metido a investigar las costumbres de estas tierras tuvo consecuencias irreversibles, incluyendo un par de hijos y una mudanza a Bariloche.

El hecho de que quien concretó el “estudio” no haya sido un académico de trasero achatado sino un ex carpintero yanqui que estaba dispuesto a hacer lo que fuera para levantarse a una belleza local sin duda le suma valor al experimento: “Tengo cuarenta pirulos. Vine a la Argentina para conocer la Patagonia y escalar las montañas de El Chaltén. Allá conocí a mi mujer barilochensa (sic), que no hablaba inglés. Yo usaba el poco castellano que había aprendido en Perú y de los compañeros de trabajo mexicanos. ‘Mi enamore’ (sic) y tuve que ponerme las pilas para comunicarme un poco más con mi chica nueva”, recapitula el estadounidense. “Estaba muy motivado, pero me costó un huevo comprender la jerga. ¡Español es un quilombo! Miles de formas de verbos. Y el tema de masculino y femenina... ¿por qué ‘pija’, ‘poronga’, ‘verga’, la cosa (sic) que define el hombre es una palabra femenina? ¿Quién decidió todo eso?”

El análisis de Bracken no se quedó en la superficie. Su mirada alterna asombro con afecto, más unas pizcas de acidez. Viene de una sociedad que en muchos sentidos es lejana, por lo que encuentra huellas de la distancia en aspectos tan diversos como los debates sobre política o el modo en que se pide un café. “En la Argentina –observa en el prólogo, que al igual que el resto del texto está escrito en inglés– no existe tabú con respecto al uso del lenguaje. A nadie le va a llamar demasiado la atención si una viejecita respetable comienza de pronto a maldecir como un marinero (...) Si estás un poco en sobrepeso ya te apodarán ‘el Gordo’. Si sos morocho te van a decir ‘el Negro’. O si tenés un poquito de acento polaco, vas a ser ‘el Polaco’. No habrá ahí intención de agredir, ni una moral falsa que confunda los tantos.”

Si bien no faltaron los tropezones, James –que se rebautizó a sí mismo “Jaime”– le fue agarrando la mano al chamuyo. “Empecé a disfrutar cómo se juega con el idioma acá. También iba conociendo ‘al personaje argentino’, que te entretiene siempre. A veces lo querés matar y a veces es tu amigo del alma. Ahora mis dos hijos son argentinos, ¡así que estoy totalmente entregado!”, confiesa el autor. ¿Se pueden develar zonas de la identidad colectiva a partir de actitudes microscópicas como el movimiento del puño que representa al verbo “bombear”, o la manera en que hay que tomarse el codo para acusar a otro de tacañería? “Creo –responde Bracken– que la información que fui reuniendo será útil para los gringos, porque es una manera de aprender cómo se habla aquí; y te hace reír, a la vez que te da una idea de cómo es la gente de este país.”

El volumen contiene ilustraciones de Martín Chirulo y un apartado sobre el mate que parece ideado por un híbrido entre Malinowsky y Woody Allen. “A primera vista, una sesión de mate parece una suerte de ritual tribal con drogas, y se ha sabido de gringos que intentaron prender fuego la yerba y fumar el humo. En realidad es como el café o el té, se consume frecuentemente en la mañana para levantarse o en cualquier tramo de la jornada en la que los amigos quieran relajarse y hablar con franqueza”, advierte el consejero, al tiempo que recomienda procurar que el porongo circule, porque si no “one will be sharply reminded that the mate ‘no es micrófono’”. Hay asimismo un capítulo dedicado a “Los dichos”, donde se explican clásicos como “lo atamos con alambre”, “bajá un cambio”, “echando putas como cabaret en quiebra” y –uno indispensable para el extranjero que venga surtido de dólares o euros– el célebre “billetera mata galán”.

A la hora de quedarse con una expresión favorita, el entrevistado no duda. “Elijo ‘hincharse los huevos’, porque se usa siempre y me trae la imagen de andar con dos pomelos entre las piernas. Después de una cirugía de hernia, me da más impresión todavía”, se sincera. El carpintero trasplantado vive en Bariloche con la piba de sus sueños, a la que finalmente conquistó. “Hago traducciones y changas cuando pintan. En realidad soy un novelista famoso, pero seguro que los editores míos tienen toda la plata, drogas y chicas que deben venir con la fama. ¡Hijos de puta!”


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