martes, 3 de noviembre de 2015

"Carta abierta al cadáver" de Alejandra Pizarnik

Carta abierta al cadáver de Alejandra Pizarnik

Mi amor por ti, quiero que sepas, es el amor del forense por el cadáver; el perro que rumia los huesos, el enterrador que exhuma los recuerdos. Es la fotografía al fantasma. El verso en los riñones del destino. Mi amor por ti, Alejandra, un crucigrama de rotas cicatrices, la memoria que canta el vals de los ahorcados, el cínico ronronear de un gato en los huesos. Es una antología de sueños, un disparo en medio de la sien, un callejón oscuro lleno de drogas, semen, mugre, punk y alcohol. ¿Qué sabré yo de este amor que es abismo, que es canción, que es odio, que es infinito quemando los pulmones?
Mi amor por ti es un apocalipsis personal, siete jinetes con sus siete trompetas interpretando una pieza de jazz, un libro que no quiero soltar, aunque llore, aunque me quede ciego, aunque me deje loco, un libro que no dejo de leer/escribir. La espuma de un perro rabioso. La palabra subrayada en un texto antiguo. La noria que seca el corazón y reaviva la interminable nostalgia. Porque así es la nostalgia, Alejandra, interminable como tu espalda interminable, tierna hasta la saciedad, candente como el infierno que en tus manos inventas.
Mi amor por ti desafía toda intuición psicoanalítica y psicológica, es una médium masturbándose, es un anciano que es pequeño perverso poliforme, es la voz del cariño irrumpiendo violentamente en el devenir. ¿Qué sería de mí sin ti? ¿Qué soy yo, que soy una suma de nadas, en la pupila iridiscente de tu mirada? No lo sé, sólo sé que mi amor por ti es una multitud de lobos dentro de mi sangre, aullando la noche, inventando la noche en su aullido, apostándose enteros los colmillos por un beso de tus suaves labios, de tus labios de lilas, de silencio, de panteón, de fuga, de soledad.
Mi amor por ti, quiero que sepas, es un pergamino de paz, es una declaración de guerra, es violencia y es amnistía, es lugar y es partida, es un ambulante deambular por los rincones más secretos del poema. Es una ventana al paraíso y, sin embargo, una ventana impenetrable. Es un suicidio de orquídeas. Es la secuencia cinematográfica llena de perversión y delirio. Mi amor por ti es mi patria, esa metáfora vieja, patria, lo que quiero decir es que tiene fronteras que son violables, tiene leyes ridículas, tiene policías ineptos, pero también tiene reaccionarios, reaccionarios duros, tipos duros, que me hacen escribir en noches como ésta lo que siento por ti.



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