jueves, 5 de noviembre de 2015

Variedad lingüística

Variedad lingüística


Una variedad o variante lingüística es una forma neutral de referirse a las diferencias lingüísticas entre los hablantes de un mismo idioma. Las variedades pueden ser distinguidas, además de por su vocabulario, por diferencias en su gramática, fonología y prosodia. Existen diversos factores de variación posible asociados a la geografía, la evolución lingüística, los factores sociales o a la situación de uso.

Tipología de variedades lingüísticas

Variedades geográficas. Los cambios de este tipo pertenecen a la variación diatópica y consisten en que existen variantes en la forma de hablar una misma lengua debidas a la distancia geográfica que separa a los hablantes. Así, por ejemplo, en España le dicen cerillas al objeto que en América se denomina fósforos.
A estos cambios de tipo geográfico se les llama dialectos (o más propiamente geolectos) y, a su estudio, dialectología. Es importante aclarar que este término no tiene ningún sentido negativo, pues, erróneamente, ha sido común llamar dialecto a lenguas que supuestamente son “simples” o “primitivas”. Hay que tener presente, ante todo, que todas las lenguas del mundo, desde el punto de vista gramatical, se encuentran en igualdad de condiciones y ninguna es más evolucionada que otra. Por eso, es ilógico afirmar que una lengua es mejor que otra.
Los dialectos son, entonces, la forma particular con la que una comunidad habla una determinada lengua. Desde este punto de vista se suele hablar del inglés británico, del inglés australiano, etc. Sin embargo, hay que tener presente que los dialectos no presentan límites geográficos precisos, sino que, al contrario, se ha visto que estos son borrosos y graduales. De ahí que se considere que los dialectos que constituyen una lengua forman un continuum sin límites precisos. Muchos suelen decir que una lengua es un conjunto de dialectos cuyos hablantes pueden entenderse entre sí. Sin embargo, esto puede ser aproximadamente válido para el español, no parece serlo para el alemán, ya que hay dialectos de esta lengua que son ininteligibles entre sí. Por otro lado, estamos acostumbrados a hablar de lenguas escandinavas, cuando, en realidad, un hablante sueco y uno danés se pueden entender usando cada uno su propia lengua.
En lo que respecta al español, tradicionalmente se ha considerado que existen dos variedades generales: el español de España y el español de América.

Variedades sociales o diastráticas. Este tipo de variaciones comprenden todos los cambios del lenguaje producidos por el ambiente en que se desenvuelve el hablante. Dentro de este ámbito, interesa sobre todo el estudio de los sociolectos, los cuales se deben a factores como la clase social, la educación, la profesión, la edad, la procedencia étnica, etc. En ciertos países donde existe una jerarquía social muy clara, el sociolecto de la persona es lo que define a qué clase social pertenece. Ello supone, por supuesto, una barrera para la integración social.

Variedades situacionales. Conocidas también como variaciones diafásicas, este tipo de variantes involucra cambios en el lenguaje a partir de la situación en que se encuentra el hablante. Como se sabe, no hablamos igual en una fiesta de amigos que en una actividad religiosa. Desde este punto de vista, lo que provoca el cambio es el grado de formalidad de las circunstancias. El grado de formalidad se entiende como la estricta observancia de las reglas, normas y costumbres en la comunicación lingüística.
Tomando en consideración este factor, los especialistas hablan de la existencia de diversos registros o estilos. De este modo, los enunciados “A los que estaban allí les entró risa cuando oyeron lo que les dijo el que hablaba” y “Las palabras emitidas por el conferenciante suscitaron la hilaridad del auditorio” difieren en su registro. Los hablantes, al momento de expresarse, deben elegir un registro adecuado a la circunstancia en que se encuentra.
No existe acuerdo en cuanto a cuántos y cuáles tipos de registros existen. Por lo general, se distinguen los siguientes: solemne, culto o formal, estándar, profesional, coloquial, vulgar y jergal.
En muchas regiones de América, el uso de los pronombres vos y usted se encuentra dentro de este tipo de variación, pues el primero se utiliza en contextos informales, mientras que el segundo se usa en situaciones formales. Así, todos somos susceptibles de ser interpelados con vos o con usted dependiendo del evento en que nos encontremos.
Los vulgarismos e idiotismos son a veces considerados como formas de estilo, al estar limitados a variaciones de léxico, mientras que los argots pueden ser incluidos tanto en el concepto de variedad como de estilo.


 Los elementos de la situación comunicativa que determinan la aparición de esta variedad,  son los siguientes:
Canal
Es el medio en el que se desarrolla la conversación, que puede ser tanto oral como escrita. Los intercambios comunicativos orales se asocian más frecuentemente a registros informales, mientras que la comunicación escrita suele adoptar un tono más formal.
Tema
Normalmente, se relacionan los temas más generales con un registro del idioma estándar. Por el contrario, entendemos que, cuanto más específico es el tema del que se habla, es más posible que aparezcan registros especializados en la conversación. Cuando dos especialistas hablan de meteorología, es normal que se utilicen términos propios de esta ciencia. Pero cuando hablamos del tiempo que hace con nuestro vecino, por el contrario, utilizamos un lenguaje mucho más común.
Propósito o intención comunicativa del emisor
Sabemos que el lenguaje nos permite realizar actividades muy distintas: informar, opinar, explicar, expresar sentimientos, crear ambientes de cordialidad o de hostilidad, etcétera. La intención que rige la emisión del mensaje influye de forma notoria en que, a lo largo de la misma, se desarrolle un registro u otro. Si alguien empieza a hablar utilizando un registro coloquial, por ejemplo, contribuirá a que se forme un clima distendido, en el que su interlocutor o interlocutores se sientan cómodos y dispuestos a intervenir en la conversación. En cambio, si alguien se dirige a otra persona utilizando un lenguaje marcadamente formal, probablemente la otra parte no se sienta tan impulsada a dar su opinión, y no se sienta tan relajada.
Relación emisor-receptor

Esta es, sin la menor duda, la condición que más condiciona la utilización de un registro u otro. Los usos conversacionales resultan adecuados cuando tratamos con personas con las que mantenemos una relación cercana, de igualdad. Por ejemplo: con amigos, con familiares, con compañeros de clase, etcétera. Pero, cuando nos encontramos en una situación de inferioridad jerárquica, bien sea por razones de edad o de situación profesional, emplearemos, casi con total seguridad, un registro más formal, tratando de mostrar nuestro respeto y cortesía por la otra persona.


Otras variedades lingüísticas
En sociolingüística se utilizan además, y entre otros, los siguientes términos, para designar, dentro de variedad lingüística, formas del habla que no son compartidas por el conjunto de los hablantes de un idioma o dialecto:
Cronolecto, variedad de un idioma o de un dialecto geográfico usada por un grupo etario, los cronolectos (especialmente entre los adolescentes) suelen tener características argotales. Los cronolectos más estudiados son el lenguaje infantil y el juvenil. En situaciones de cambio lingüístico, los cronolectos de diferentes grupos de edad pueden diferir bastante en rasgos que están en proceso de cambio.
Ecolecto, variedad de un idioma o dialecto utilizada por un número muy reducido de personas (por ejemplo, los miembros de una familia, de un grupo de amigos).
Etnolecto, variedad hablada por los miembros de una etnia, término muy poco utilizado, ya que, por lo general, se trata de un dialecto geográfico.
Geolecto, variedad de una lengua o dialecto hablada en una zona geográfica muy determinada, y sólo en esa zona. Por ejemplo el pixueto, dialecto del asturiano que sólo se habla en la villa de Cudillero, o el monegasco dialecto de la lengua provenzal, que sólo se utiliza en el Principado de Mónaco.
Ideoléxico, variedad moldeada de acuerdo a alguna ideología. El idioléxico más estudiado es, probablemente, el lenguaje políticamente correcto.
Idiolecto, variedad de la lengua hablada por una persona, es decir, el término se refiere al conjunto de peculiaridades que una persona usa sistemáticamente y en la que difiere del uso de los miembros de su comunidad lingüística.
Lengua sagrada, algunas etnias como los dogones, pueblo establecido en Malí y Burkina Faso (África), tienen dos lenguas, una de uso cotidiano y otra, secreta, para las ceremonias religiosas.
Sexolecto, conjunto de particularidades del habla, propias de los hombres o de las mujeres.
Sociolecto, conjunto de particularidades del habla típicas de una clase o de un estrato social.

Tecnolecto, conjunto de palabras y locuciones propias del lenguaje profesional.

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