Puemas
CARLOS COCCIOLO
al principio Dios creó los cielos azules y la tierra verde
creó los recelos ocres, los recuerdos amarillos,
los remolinos rojos y la nota Re.
creó a los demonios acuarelables y a los Viajeros grises
creó los vampiros negros y a la medusa
creó la muerte incolora, y el silencio transparente
Pero su mejor idea fue ella, Eva.
la única, la Eva de las nieves y de los carros celestiales...
la Eva que se desliza en las tres notas musicales
La Eva que conocí, la Eva pecadora
La Eva que degusta manzanas prohibidas...
La Eva creadora de la palabra...
Baldomero Gómez Cigariillo es un hombre poco habitual. tiene sus
utopías tan metidas en la cabeza, que parece tanto un visionario como un
drogado. Baldomero detesta la frígidez de la vida. Prefiere llamarse y hacerse
llamar Gómez, cuando está en su pueblo, porque su apellido le asquea y le
parece el más fumado del mundo.
Cuentan las malas lenguas que le
hicieron un juicio por corrupción de palabras y que tuvo que radicarse en City
Vill, una villa taxi del gran Google hope. Pero para mí se lo llevaron preso y
quién sabe dónde está.
Baldomero dejó dos hijos sin padre, dejó un padre sin hijo, una
madre sin hijo, una esposa sin padre, una madre sin padre: un quilombo.
Dejó un libro de poesías nunca editado, ni por las tapas, dedicado a
Anónimo Desértico Pérez, un amigo de la vida.
También dejó un florero a María Antonieta de las Naves, con flores
artificiales, para que no tuviera que regarlas.
Dicen que desapareció repentinamente, a un millón de años luz. Yo
creo que lo conocí, muchas veces pensé que se trataba de un mendigo.
Gente
hay gente que va/ hay gente
que viene/ hay gente que va y viene/ hay gente que va/ que ve/ hay gente que
vi/ hay gente que vio/ hay gente que bo/ hay gente que buh/ hay gente que
batracia/ hay gente que ve todo/ hay gente que vitrina/ hay gente que berreta/
hay gente que bodega/ hay gente que vive/ hay gente que vaca/ hay gente que
boa/ hay gente que burra/ hay gente que bus
pandora
en este infierno musical la caja se abre, la de pandora, se abre como haciendo chillidos y maullidos (maldita bolsa de gatos). se abren las puertas del tren Sarmientoy sale pandora -toda achicharrada y convulsionada por los viajeros- con lo último que encuentra.
nada. nada. nada. (maldita caja de pandora). las puertas, los ojos que miran, lo único que queda es la salvaje mirada de Pandora
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