martes, 3 de noviembre de 2015

EL CÁRMINA BURANA


EL CÁRMINA BURANA


  I.- FORTUNA EMPERATRIZ DEL MUNDO


1. Oh Fortuna

Oh Fortuna,
variable como la Luna
como ella creces sin cesar
o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando,
entristeces a los débiles sentidos,
para llenarles de satisfacción
al día siguiente.
La pobreza y el poder
se derriten como el hielo.
ante tu presencia.

Destino monstruoso
y vacío,
una rueda girando es lo que eres,
si está mal colocada
la salud es vana,
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada;
me atormentas también
en la mesa de juego;
mi desnudez regresa
me la trajo tu maldad.

El destino de la salud
y de la virtud
está en contra mía,
es atacado
y destruido
siempre en tu servicio.
En esta hora
sin demora
toquen las cuerdas del corazón;
el destino
derrumba al hombre fuerte
que llora conmigo por tu villanía.

2. Llanto por las ofensas de Fortuna

Lloro por las ofensas de Fortuna
con ojos rebosantes,
porque sus regalos para mí
ella rebeldemente se los lleva.
Verdad es, escrito está,
que la cabeza debe tener cabello
pero frecuentemente sigue
un tiempo de calvicie.

En el trono de Fortuna
yo acostumbraba a sentarme noblemente
con prosperidad
y con flores coronado;
evidentemente mucho prosperé
feliz y afortunado,
ahora me he desplomado de la cima
privado de la gloria.

La rueda de la Fortuna gira;
un hombre es humillado por su caída,
y otro elevado a las alturas.
Todos muy exaltados;
el rey se sienta en la cima,
permítanle evitar la rutina
ya que bajo la rueda leemos
que Hécuba es reina.


II.- PRIMAVERA


3. La cara jovial de la Primavera

La cara jovial de la primavera
está de frente al mundo;
la severidad del invierno
ahora huye derrotada
con variada vestimenta.
Flora reina,
y en el espeso bosque 
es alabada con agradables himnos.

Postrado en el regazo de Flora,
Febo nuevamente
ríe con mas de una
flor a la que está unido.
Céfiro con dulce aliento
perfuma su camino.
Nos abandona raudo
para competir por el premio del amor.

Aves cantando,
dulce Filomena;
varias flores sonrientes
en prados apacibles;
una bandada de pájaros revolotea
por el bosque placentero,
y un coro de doncellas ofrece,
felicidad por millares.

4. El sol conforta a todos

Conforta a todos el sol
puro y fino;
está de nuevo radiante
la cara del mundo en abril;
hacia el amor se apresura
el corazón del hombre,
y sobre un pueblo feliz, 
reina el dios de la juventud.

¡Cuántas novedades
en la celebración de la primavera!
Su autoridad
nos ordena estar contentos.
Nos ofrece caminos ya conocidos,
y en tu propia primavera,
es leal y correcto
poseer a tu amante.

Ámame fielmente,
piensa que confío en ti;
con todo mi corazón,
con toda mi voluntad
estoy contigo,
aun cuando yo esté muy lejos.
Quien ama como yo,
está girando en la rueda.

5. Ve complaciente

Ve complaciente
y anhelante
que la primavera renueva la alegría;
un resplandor de color
pues la pradera está florecida
y el sol ilumina todo.
¡Dejemos que la tristeza se vaya!
El verano regresa
y desaparece
la ferocidad del invierno.

Ya se derrite
y desvanece
el granizo, la nieve y todo;
se dispersa la bruma
y ahora se amamanta la primavera 
de los pechos del verano.
El que bajo el reinado de la vida,
no disfrute de ella
ni la goce
es un alma miserable.

Ellos dan gloria
y están contentos
en la miel del placer.
Los que nos afanamos 
por conquistar 
el premio de cupido,
permítasenos, 
por orden de Venus, la gloriosa,
que estemos contentos,
pues somos súbditos de Paris.


III.- EN EL JARDÍN


6. Danza

7. El noble bosque florece

El noble bosque florece
con flores y hojas.

¿Dónde esta mi
viejo amante?
Se ausentó de aquí...
¡ay! ¿quién me amara?

El bosque florece por doquier
y yo añoro a mi amante.

Si el bosque está verde por doquier,
¿por qué mi amante está tan lejos?
Él se ha ido de aquí,
¡ay! ¿quién me amará?

8. El tendero me da color

El tendero, me da el color
para ruborizar mis mejillas,
así puedo cazar a los muchachos,
gracias a ti, por cortejarme.
¡Míradme,
muchachos
y dejadme complaceros!

¡Haced el amor muchachos 
y muchachas adorables!
El amor os hace intrépidos
y os permite ser muy honorables.
¡Míradme,
muchachos
y dejadme complaceros!

¡Bienvenido, mundo, tú que
estás tan lleno de alegrías!
Yo seré tu esclava,
siempre segura en tu amor.
¡Míradme,
muchachos
y dejadme complaceros!

9. Danza circular.

Ellas van de aquí para allá
todas son doncellas.
Ellas no han tenido un hombre
en todo este largo verano.

Ven, ven mi señora
te imploro lastimoso,
te imploro lastimoso,
ven, ven mi señora.

Dulce boca de color rosado,
ven y haz que me sienta bien,
ven y haz que me sienta bien,
dulce boca de color rosado.

Ellas van de aquí para allá
todas son doncellas,
ellas no han tenido un hombre
en todo este verano.

10. Si el mundo fuera mío

Si el mundo fuera mío,
desde el mar hasta el Rhin,
gustoso lo entregaría
porque la reina de Inglaterra
yaciera entre mis brazos.


IV.- EN LA TABERNA


11. Ardiendo interiormente

Ardiendo interiormente
con ira vehemente,
en mi amargura
hablo conmigo mismo.
De materia hecho,
mi elemento es la ceniza,
soy como una hoja
con la que los vientos juegan.

En vista de que es lo propio
para que un hombre sabio
pueda colocar sobre la roca
los cimientos de su morada,
soy indómito, 
como un río impetuoso,
bajo cuyo curso
nada perdura.

Soy arrastrado violentamente
como una nave sin marinero,
igual que por los aires
vaga una ave extraviada.
Las cadenas no me atan,
una llave no me retiene;
Busco a aquellos que son como yo,
y me encuentro con la perversidad.

La languidez de mi corazón
parece un asunto grave;
bromear es agradable
y más dulce que los panales.
Todo lo que Venus pueda ordenar
es muy agradable,
ella nunca habita 
en los corazones indolentes.

Sobre un escabroso camino voy,
como cualquier hombre joven,
sumergido en la depravación,
olvidando la virtud,
ávido de placer
más que de salud,
muerto en espíritu
yo cuido mi piel.

12. El cisne asado canta

En otro tiempo yo vivía en el lago,
en otro tiempo yo era hermoso,
cuando yo era un cisne.

¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro
y churrascado!

El asador da vueltas y vueltas,
mi pira funeraria vorázmente me asa;
ya se acerca a mí el sirviente.

¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro
y churrascado!

Ahora me encuentro en una bandeja
y no puedo volar lejos,
veo dientes impacientes.

¡Desdichado de mí!
¡Ahora negro
y churrascado! 

13. Yo soy el abad de Cucaniensis

Yo soy el abad de Cucaniensis
y mi consejo es para los bebedores,
y mi voluntad es ser fiel a Decius,
y quien me busque temprano en la taberna,
para el atardecer saldrá desnudo,
y así despojado de sus ropas, llorará:

¡Wafna, Wafna!
Destino ruin, ¿qué has hecho?
¡Los placeres de nuestra vida,
todos, te los has llevado!


14. Cuando estamos en la taberna

Cuando estamos en la taberna,
no nos interesa donde sentarnos,
sino el apresurarnos al juego
que siempre nos hace sudar.
Lo que sucede en la taberna
es que el dinero se gasta;
más vale que preguntes antes,
si yo te lo digo, entonces escucha.

Algún juego, alguna bebida,
algo que disfruten unos y otros
de aquellos que se quedan a jugar.
Algunos están desnudos,
otros están vestidos,
y otros cubiertos con sacos.
Ninguno teme a la muerte,
y echan suertes en honor a Baco.

Una vez, por el tabernero
los hombres libres beben ansiosamente;
dos veces, beben por los cautivos;
luego, tres veces por la vida;
cuatro, por todos los cristianos;
cinco veces, por los mártires;
seis, por los hermanos enfermos;
siete, por los soldados en guerra.

Ocho veces, por los hermanos errantes;
nueve, por los monjes disgregados;
diez veces, por los navegantes;
once, por los desavenidos;
doce veces, por los penitentes;
trece veces, por los viajeros;
tanto por el Papa como por el rey
todos beben sin límite.

La señora bebe, el señor bebe,
el soldado bebe, el clérigo bebe,
el hombre bebe, la mujer bebe,
el esclavo bebe, la esclava bebe,
el hombre activo bebe, el indolente bebe,
el hombre blanco bebe, el negro bebe,
el perseverante bebe, el vago bebe,
el ignorante bebe, el sabio bebe.

El hombre pobre bebe y el invalido bebe,
el desterrado bebe, y el desconocido bebe,
el muchacho bebe, el anciano bebe,
el presidente bebe, el decano bebe,
la hermana bebe, el hermano bebe,
el viejo bebe, la madre bebe,
esta bebe, aquel bebe,
centenares beben, miles beben.

Seiscientas monedas son muy pocas
para que alcancen, cuando desenfrenados
e incesantes, todos están bebiendo.
Déjenlos beber cuanto quieran,
la gente los inoportuna tanto
a pesar de ser tan pobres.
Dejen que se confundan los inoportunos
y en justicia no figuren entre los probos.


V.- LA CORTE DE AMOR


15. El amor vuela por todos lados

El amor vuela por todos lados
y es capturado por el deseo.
Jóvenes, hombres y mujeres,
copulad merecidamente.

La muchacha sin compañero
carece de placer,
y pasa las noches 
sola e ínfima
con su corazón anhelante.
Es el destino mas amargo.

16. Día, noche y todas las cosas

El día, la noche y todas las cosas
están en contra mía.
La chrarla de las doncellas
me hace llorar.
Con frecuencia suspiro
y eso me hace temer más.

¡Oh amigos, jugad!
Y ustedes que saben, díganme;
compadézcanse de mí, 
es mi tristeza grande en dolor;
al menos por gentileza,
aconséjenme.

Tu hermoso rostro
me hace llorar a raudales,
hielo es tu pecho.
Para curarme,
ahora mismo quisiera,
revivir por un beso.

17. Una muchacha se detuvo

Una muchacha se detuvo
con una túnica roja;
alguien la tocó
y la túnica se rompió.
¡ay!

Una muchacha se detuvo,
era como un botón de rosa,
su cara era radiante,
su boca una flor.
¡ay!

18. En mi pecho

En mi pecho
hay muchos suspiros
por tu hermosura
que me hieren cruelmente.

Manda liet
manda liet
mi amante,
no viene.

Tus ojos son brillantes
como los rayos del sol,
como el resplandor del relámpago
que da luz en la oscuridad.

Manda liet
manda liet
mi amante
no viene.

Podrá Dios, podrán los dioses 
conceder los deseos de mi mente:
que sus virginales
lazos pueda yo romper.

Manda liet
manda liet
mi amante,
no viene.

19. Si un muchacho y una muchacha

Si un muchacho y una muchacha,
yacen en una pequeña habitación,
feliz su unión.
A medida que el amor aumenta,
y desde su intimidad,
el tedio es lanzado lejos,
y empieza un inefable juego
en sus miembros, sus brazos, sus labios.

20. Ven, ven, ven

Ven, ven, ven.
 Ven, ven, ven,
no me hagas morir,
hyrca, hyrce, nazaza,
trillirivos ...

Tu hermoso rostro,
el brillo de tus ojos,
los rizos de tu cabello,
¡oh que gloriosa criatura!

Más roja que la rosa,
más blanca que el lirio,
más bella que todo,
¡siempre te glorificaré!

21. En la balanza

En la balanza incierta de mi razón
los adversarios vacilan,
entre el amor y el pudor,
pero yo elijo lo que veo,
ofrezco mi cuello al yugo:
me someto a tan dulce yugo.

22. Este es un tiempo alegre 

Este es un tiempo alegre,
oh doncellas,
gozad ahora
muchachos.

Oh, oh, oh,
estoy rejuveneciendo.
Por el amor de una doncella,
me consumo totalmente;
un nuevo, un nuevo amor
es por lo que muero.

Me conformo
cuando prometo,
me deprimo, cuando rechazo.

Oh, oh, oh,
Estoy rejuveneciendo
por el amor de una doncella,
me consumo totalmente;
un nuevo, un nuevo amor
es por lo que muero.

En la temporada invernal
el hombre es paciente,
en las brisas primaverales
está anhelante.

Oh, oh, oh,
estoy rejuveneciendo
por el amor de una doncella,
me consumo totalmente;
un nuevo, un nuevo amor
es por lo que muero.

Juega con mi 
virginidad,
estimula
mi simplicidad.

Oh, oh, oh,
estoy rejuveneciendo
por el amor de una doncella,
me consumo totalmente;
un nuevo, un nuevo amor
es por lo que muero.

Ven, mi señora,
con alegría,
ven, ven, mi preciosa,
ahora que estoy muriendo.

Oh, oh, oh,
estoy rejuveneciendo
por el amor de una doncella,
me consumo totalmente;
un nuevo, un nuevo amor
es por lo que muero.

23. Dulcísima

¡Dulcísima
me entrego por entero a ti!


VI.- BLANCAFLOR Y HELENA


24. Salve, hermosísima

Salve, hermosísima,
gema preciosa,
salve, gloria de las doncellas,
gloriosa doncella,
salve, luz del mundo,
salve, rosa del mundo,
Blancaflor y Helena,
¡Venus generosa!


VII.- FORTUNA EMPERATRIZ DEL MUNDO


25. Oh Fortuna

Oh Fortuna,
variable como la Luna
como ella creces sin cesar
o desapareces.
¡Vida detestable!
Un día, jugando,
entristeces a los débiles sentidos,
para llenarles de satisfacción
al día siguiente.
La pobreza y el poder
se derriten como el hielo.
ante tu presencia.

Destino monstruoso
y vacío,
una rueda girando es lo que eres,
si estás mal colocada
la salud es vana,
siempre puede ser disuelta,
eclipsada
y velada;
me atormentas también
en la mesa de juego;
mi desnudez regresa
me la traigo a tu maldad.

El destino de la salud
y de la virtud
esta en contra mía,
es atacado
y destruido
siempre en tu servicio.
En esta hora
sin demora
toquen las cuerdas del corazón;
el destino
derrumba al hombre fuerte,
que llora conmigo por tu villanía.



Escaneado por:
Antonio González Guerrero 2000

No hay comentarios.:

Publicar un comentario